Coraza

Hace varias semanas que estoy muy ocupada, cosa que agradezco muchísimo porque de no ser así habría acabado no sé donde, quizás en un río de cuyo nombre no quiero acordarme.

Me sabe mal escribir tantas entradas personales en el blog, pero últimamente lo necesito bastante porque la gente que me rodea no sabe de mí ni la mitad, ni lo que me aflige o me duele o simplemente lo que se me pasa por la cabeza. Y hace días que siento que necesito al menos desahogarme, aunque sea sólo escribiéndolo y así sacar la mierda o la pena afuera, ahora que lo pienso no se siquiera si alguien me lee y seguramente los pocos seguidores que tengo esperen entradas más interesantes que mi vida en verso x'D, pero bueno si me estáis leyendo… ¡lo siento! Si queréis para compensaros podéis pedirme una entrada o preguntadme algo y el siguiente post os lo dedico :D ¿qué os parece?


Dicho esto empezamos…
No sé si sólo me pasa a mí o a más gente, pero me cuesta muchísimo “deshacerme” de las personas a las que cojo cariño y me importan. Es más, conozco a gente que lo hace como si de un archivo de Windows se tratase, pinchan en la persona, le dan a borrar y bon voyage. Lo pienso y hasta me da cierta envidia ¡ojala pudiese hacer eso yo también! Pero no es el caso, yo prefiero preocuparme, darle vueltas al asunto, pensar si fue mi culpa y si es así cómo podría arreglarlo. ¿Por qué? Pues porque soy así de tonta e incluso teniendo razones para devolver el mismo daño que me hicieron no lo hago, porque yo no quiero ser igual, quiero ser diferente para que esa persona se dé cuenta y cambie el chip, pero eso nunca ocurre. Así que al final acabo con una felicitación en casa guardada en un cajón, la cual nunca llegará a su destino, aunque eso es lo de menos, lo importante viene a continuación.

No entiendo porqué todo es tan difícil y complicado, ¿por qué la gente es tan mala? ¿por qué hacen las cosas que hacen demostrando lo poco que les importo? He visto reptiles con más sentimientos que ellos. Sin embargo, en mis sueños todo es más sencillo y se solucionan los problemas y diferencias en un abrir y cerrar de ojos, ¿sabéis por qué? porque tienen algo de lo que carecen en la realidad: SENTIMIENTOS POR MI. En mis sueños convergen todos, ya sea compañeros de trabajo, amores platónicos o lobos con piel de cordero, aparecen para subsanar el daño que me hicieron y así poder cicatrizar mis heridas.

La verdad es que cansa llevar la coraza siempre a cuestas, hace unos años pensaba que no la tenía, que la había perdido entre unas cosas y otras, pero no, ahí estaba, más fina, menos pesada, pero conmigo. Siempre que me han hecho daño he seguido el mismo procedimiento, me he empecinado en convencerme a mi misma de que no ha pasado nada, “bah, no importa, si eso no es nada para ti, tú vales mucho y no necesitas a ese o esa indeseable, además es esa persona la que sale perdiendo” seguramente estaba en lo cierto, pero aún así esa pérdida me importaba y mucho. Después de la ‘pérdida’ siempre he tenido que disimular con los demás para que no se preocupasen y eso me destrozaba aún más por dentro. Supongo que por eso mi subconsciente me intenta ‘ayudar’ con esos sueños tan bonitos que en realidad sólo me hacen más daño al despertar y ver que todo es mentira. Ya estoy harta de ‘acumular’ y es por eso que aquí en el anonimato, en mi rinconcito para escribir os diré lo que siento:
Les echo muchísimo de menos, echo de menos sus bromas, sus gracias sin gracia, la forma en la que se comportaban conmigo y a ellos en general. Me hacían sentirme especial por conocerles y tener el placer de disfrutar de su compañía, para mi eran los mejores y me sentía orgullosa hablando de ellos, puede que más de una vez los haya llamado tontos o imbéciles, pero era por algún cabreo tonto o porque lo que hacían sabia que les haría daño a la larga y sólo quería su bienestar y que fuesen felices. Sinceramente nunca les he deseado nada malo, incluso pudiéndolo decir en caliente, no lo pensaba realmente, han sido dos personas que a pesar del daño que me han hecho nunca las he odiado, todo lo contrario. Lo peor de todo es que siento que mi subconsciente me intenta decir algo, como si me equivocase de camino y quisiera que lo viese con esos sueños en los que ellos me piden que les ayude. En el fondo sé que eso no es verdad, porque él no es como pienso que es y los sueños sólo muestran mi deseo de que en la realidad ellos me necesiten cuando no es así.

En fin, terminaré mi entrada con una reflexión, es curioso como a veces empiezas a aficionarte a algo por otra persona y piensas que sólo lo haces por él, pero después termina la relación y resulta que echas de menos esas cosas. A estas alturas del juego creo que lo mejor sería venderlo todo y cerrar este libro, las esperanzas lo único que hacen es destruirme por dentro.  

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